En México, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte afectando a la población sin distinción de edad, género, estilo de vida u otros factores. Por ello, por iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer. 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), actualizados hasta 2022, en ese año se registraron 847 716 defunciones en el país, de las cuales, el 10.6 % (89 574) se debieron a tumores malignos. 

CDMX, Sonora, Veracruz de Ignacio de la Llave, Colima, Morelos y Chihuahua fueron las entidades con las tasas más altas de defunción por tumores malignos en ese mismo año.

El propósito de conmemorar esta fecha

Lo que sí podemos hacer, es tener una consciencia de prevención. Acudir a revisiones médicas de manera periódica podría salvar tu vida, ya que un cáncer detectado a tiempo tiene más posibilidades de ser erradicado a través de tratamiento.

Por ello, en el marco de esta fecha que a nivel mundial se suma a la lucha contra el cáncer, Susana Torres y Leticia Blanco comparten sus testimonios como pacientes de cáncer de mama, que según la OMS, es uno de los tipos más frecuentes tanto en hombres como en mujeres.

Susana Torres

“Yo llevaba mi vida normal. Recuerdo que acudí a consulta médica para el control de mi medicamento, ya que soy diabética e hipertensa; pero ese día la doctora que me atendió me preguntó cuándo fue la última vez que me había hecho una mastografía.

Le respondí que hacía más de 7 años, y enseguida me mandó a que me la realizaran en el Hospital Materno Infantil, aquí en León. Ahí me comentaron que me entregarían los resultados en 15 días, a menos que el estudio arrojara algo anormal me llamarían antes, y así fue.

Un par de días después me llamaron pidiéndome que me presentara de emergencia. Me explicaron que había una bolita que presentaba crecimiento, pero que no era palpable al tacto porque se encontraba detrás del pezón. En la biopsia se confirmó que era cáncer.

Para mí, tanto la cirugía en la que me quitaron el seno como la recuperación y el tratamiento ha sido muy doloroso. Luego me preguntan qué duele más, si perder el seno o perder el cabello.

Yo digo que además del dolor físico y el emocional, el cáncer también duele en la vanidad; verse en el espejo es muy deprimente, muy frustrante. Pensar que estabas ‘bien’ y de un día para otro tu vida cambia, es un duelo.

Tiempo después comencé a venir al Consejo Coordinador de Clubes y Asociaciones de Servicios (CCCAS), aquí encontré a mujeres con las que siento un compañerismo. Todas estamos deprimidas, pero sabemos que la vida sigue.

Yo les recomiendo a quienes lean mi testimonio que se revisen, porque una detección a tiempo puede salvar vidas”. 

Leticia Blanco

“Mi cáncer se detectó primeramente en ovario. Desde los 12 años empecé a tener problemas en mis ciclos menstruales; me trataron ginecológicamente con hormonas y me detectaron poliquistosis bilateral ovárica (quistes en los ovarios), aunado a que el ovario derecho estaba más grande que el izquierdo.

Yo acudía de manera regular al médico por esta cuestión, sin embargo, fue hasta que empecé a tener un crecimiento anormal en el abdomen que me desconcertó. El primer diagnóstico en el IMSS fue que tenía gastritis. Después, me dijeron que probablemente era colitis. 

Fue gracias a la recomendación de mi hermana que es médico que me hice un ultrasonido de abdomen, con el que acudí nuevamente al Seguro Social, y entonces me prestaron realmente atención.

Después de muchos estudios me detectaron cáncer en los ovarios. A partir de ahí la atención fue certera y buena. Cuando recibí la noticia de que era cáncer inmediatamente pensé en cómo iba a reaccionar mi hijo. No solamente lo vive uno como paciente, sino también la familia. Es un cúmulo de emociones y de cambios para todos. Tiempo después, vino el cáncer de mama también. 

Yo comparto mi testimonio para que las personas le den importancia a las revisiones médicas, para detectarlo a tiempo, pero también para que sepan que en muchas ocasiones hay que luchar uno mismo.

En mi caso, primero me dieron dos diagnósticos erróneos, y uno de los médicos que me atendió fue muy poco empático con mi situación. Entonces, uno tiene que buscar la manera y no rendirse. 

También es muy importante contar con el apoyo de alguien. Yo agradezco inmensamente a mi hijo, que ha estado en las buenas y las malas y no me deja sola. Él me animó a venir a esta Fundación CCCAS, en donde he encontrado comprensión y apoyo por parte de otras mujeres que se encuentran en mi situación”.

Por Fernanda Noriega

Escrito en Salud el 4/2/2024 · 12:29

Coeditora de la sección de cultura y sociales, se especializa en el periodismo social, cultural y turístico, echando un vistazo más allá del marco de los hechos. Comunicóloga egresada de la Universidad de la Salle Bajío, ha participado en la gestión de eventos culturales y cuenta con una formación musical como instrumentista.