“La salud mental es un derecho universal”, es el lema con el que este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. 

El objetivo de este día es aumentar la conciencia y visibilizar la importancia de la salud mental en la población en general, así como la necesidad de que esta sea asequible, accesible y de buena calidad para todas las personas. 

Según la OMS, la principal causa de problemas de salud e incapacidad en todo el mundo es la depresión, que padecen alrededor de 300 millones de personas en el mundo. En México, de acuerdo con cifras del INEGI, 34.8 millones de mexicanos han tenido episodios depresivos al menos una vez en la vida.

Sin embargo, este día también busca visibilizar otras enfermedades mentales recurrentes como la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad, entre otras, que pueden dar pie a conductas dañinas y peligrosas como el “selfharm” también conocido como “cutting”, ambos términos se refieren a las autolesiones. 

Para colaborar en la difusión de información sobre estos temas en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la psicóloga clínica y máster en psicología profunda, Maribel Pesqueira, platicó con periódico AM sobre esta práctica. 

¿De qué necesidad psicológica proviene esta práctica?

Surge por una falla en el control de impulsos, especialmente en el enojo o frustración, descartando algún daño neurológico. Tiene su punto de partida en la crianza, por la sensación de rechazo, de falta de control, de límites claros o la sobre exigencia y los vínculos interpersonales que le hacen sentir soledad, aislamiento o incapacidad. 

Debe diagnosticarse si existe trastorno de ansiedad, trastorno límite de la personalidad, que sería el origen de que la persona se auto infrinja o tenga conductas autodestructivas.

¿A quiénes afecta más en cuanto a rango de edad, ocupación, etc.?

 Aparece cada vez a edades más tempranas, pero el rango más reconocido es entre los 15 y 18 años.

¿Ha existido desde siempre o de dónde surge?

Sí, al parecer existen varios escritos que lo describen. Algunos son bíblicos, donde se lesionaban por sensaciones de culpa y reparación por medio del autocastigo.

¿Ha aumentado su práctica en los últimos años?

Seguramente sí, aunque es difícil medirlo porque no siempre se acude a los servicios de salud. La causa puede ser que vivamos más aislados por estar conectados a la tecnología y al trabajo, por lo que cada vez se convive menos con las personas a nuestro alrededor.

¿A qué otras prácticas puede escalar? 

Daños permanentes en el cuerpo, culpa vergüenza, baja autoestima, que pueden empeorar las autolesiones. Es importante resaltar que no es la causa, es una consecuencia de problemáticas no tratadas y que pueden catalogarse como trastornos de personalidad y cada uno tiene sus complicaciones, sino se atienden.

 No está directamente relacionado con el suicidio, pero tampoco se descarta, pues la ideación esta presente de manera constante y el sufrimiento es recurrente.

¿Existen factores específicos que puedan detonar la necesidad de autolesionarse?

El estrés, la vivencia de maltrato, la baja tolerancia a la frustración, desconocer técnicas para transitar emociones o vivencias no agradables.

¿A qué actitudes o señales deben estar alerta las personas cercanas para detectar que alguien está autolesionándose?

Mayor aislamiento de la persona, cambios significativos de humor, falta de entusiasmo y de metas, pesimismo y uso de ropa que cubra todo el cuerpo incluso cuando haga mucho calor.

¿Cuál sería una manera ideal de acercarse para brindar ayuda y contención?

Aprender conductas de autocuidado y ser un ejemplo en ellas, preguntar amorosamente si está pasando por una situación en la que podamos ayudar, involucrarnos en sus actividades, promover personas o personajes con estilos de vida saludable o con valores proactivos y acompañarle a buscar ayuda profesional.

¿Cuál sería el tratamiento a seguir?

En casa es importante cambiar hábitos que permitan relacionarnos con los miembros de la familia, mejorar la alimentación, promover actividades recreativas, hablar abiertamente de las emociones, estar accesibles para cada persona y buscar un experto.

¿Vivir con las marcas del self harm pueden tener repercusión en las personas?

Cada caso tendrá sus particularidades y el enfoque general es detectar sus fortalezas. Su resiliencia y que aprenda a conocer sus procesos mentales y emocionales será importante para que las marcas no agreguen mayor estrés o fomenten la inseguridad.

Por Edith Sosa Hernández

Escrito en Salud el 10/10/2023 · 10:58

Reportera de la sección de cultura y sociales de Periódico AM en Guanajuato. Se especializa en coberturas de eventos artísticos y culturales, compartiendo el punto de vista del espectador y las historias que rodean cada manifestación artística. Egresada de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. Ha tomado diplomados de Gestión Cultural Creativa, Terapia de Lenguaje y un curso de Periodismo Cultural y Crítica de Arte.