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HABLANDO EN SERIO

La marcha por la expropiación petrolera

Durante lustros, a partir de la expropiación petrolera de 1938 realizada por Lázaro Cárdenas del Río, el petróleo ha sido fuente de riqueza nacional y de corrupción institucional.

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La marcha por la expropiación petrolera

Celaya, Guanajuato.- Durante lustros, a partir de la expropiación petrolera de 1938 realizada por Lázaro Cárdenas del Río, el petróleo ha sido fuente de riqueza nacional y de corrupción institucional.

Lo sé, ayer fue la marcha para conmemorar el aniversario de la expropiación petrolera y al momento de escribir el presente, ni idea tenía de cuál fue el resultado, lo que sí sé, es que una vez más, fue la exhibición del dispendio de recursos en acarreos inútiles para la república, pero útiles para quienes creen que los símbolos son sinónimo de resultados.

Cito de Internet: “La Expropiación Petrolera de México fue un acto por medio del cual se nacionalizó toda la industria petrolera de nuestro país. Es indispensable mencionar que la historia del petróleo en México ha estado unido a una constante pugna entre el Estado y las empresas extranjeras por el control de los hidrocarburos.” Crecí creyendo en una farsa promovida por los gringos, la del libre mercado y la libre competencia, fue así como durante el siglo XX vi a países, China, Alemania y Japón entre otros, crecer a través del trabajo duro y el profesionalismo y calidad en la producción de bienes que les dieron prestigio y sustentaron su desarrollo económico en su desarrollo industrial, en tanto en México, vivíamos del “rollo revolucionario” gobernados por un partido de estado, el PRI, que robaba, pero salpicaba a algunos y procuraba que todos tuvieran para comer, logrando así una relativa paz y un progreso sostenido gracias a pactos en lo oscurito con el crimen organizado y las ventajas de clima y de riquezas naturales, petróleo incluido.

Estados Unidos por su parte, tuvo un despegue industrial impulsado por la Segunda Guerra Mundial, que lo convirtió en el proveedor del mundo (papel que hoy le compite China) y le hizo el país más poderoso y rico del planeta, obvio, apoyado en el robo y la depredación de naciones débiles, de la forma en que países de Europa, supuestamente humanistas, como Francia, Portugal, España e Inglaterra, entre otros, se enriquecieron a través de invadir, dominar y explotar a sus colonias en África y en todo el mundo, conquistadas a través del uso de la fuerza militar, que para fines prácticos, como en Siria, Irak y Afganistán, son simples robos apoyados en la ley de la Selva (avalada por la ONU por acción u omisión), en donde el pez grande se come al chico, sin que medien aspectos de justicia, moralidad o ética.

Pero dejemos de lado los crímenes de lesa humanidad de quienes hoy se erigen como paladines de los derechos humanos, de la libertad y de la democracia criminalizando la invasión rusa de Ucrania, con el ulterior motivo de sojuzgarlos y de dividir el imperio ruso para no tener competencia y de pasada repartirse sus riquezas naturales, como es su costumbre y regresemos al tema del petróleo en México, ligado a la política, al desarrollo económico y a la corrupción política, desde 1938 hasta nuestros días, porque no hay que ser adivino para entender que a rio revuelto, ganancia de funcionarios y que poner al frente de Pemex, la paraestatal insignia de México, a un agrónomo, no tiene otro objetivo que tener en los puestos de mando, no al mejor administrador, sino al más proclive a servir y servirse sin preguntar, en lo que es la tradicional política de “cuates” en México, inaugurada por el PRI, continuada con el PAN de Fox (GGL y Creel) y Calderón (GGL y cuates) y refinada en la 4T, en dónde en voz del Presidente, sabemos que es más importante un 90% de lealtad que el tener capacidad y experiencia; como vimos en SEGALMEX, en dónde el responsable es absuelto del robo de miles de millones de pesos, por ser “amigo” del Presidente, bajo el falaz argumento de que fue engañado por priistas, en otras palabras, en la 4T ser pendejo es argumento para probar inocencia, como para Felipe lo es, decir que no sabía.

Cierro el presente señalando que el gran negocio del petróleo, sostén del desarrollo económico de México y del enriquecimiento de la clase política y gobernante, se acabó; no porque el petróleo no sea negocio, ya que todas las petroleras del planeta ganan dinero, sino porque no hay manera de que, con el criterio de administrar con lealtad y cerrar los ojos ante la corrupción galopante que estamos viviendo, nada sea negocio. Cito del periódico El País: “Con una deuda total de 105.000 millones de dólares, Pemex es una de las petroleras más endeudadas del mundo.” Por lo que surge la pregunta: ¿qué celebramos ayer 18 de marzo? ¡Así de sencillo!

 

Un saludo, una reflexión.

Escritor y soñador

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