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OPINIÓN

Miedo y el Fondo de Pensiones para el Bienestar

El Presidente trata de sacar el mejor provecho electoral de su iniciativa y la oposición intenta asustar al mayor número de personas posibles para contrarrestar los beneficios electorales que le pueda significar a Morena la buena noticia para los trabajadores.

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Miedo y el Fondo de Pensiones para el Bienestar

Tras acalorados debates, insultos y denostaciones, los legisladores de Morena, Verde y PT, aprobaron las reformas de ley para constituir el “Fondo de Pensiones del Bienestar”, rechazado por la oposición.

Habría que aclarar, que este Fondo no es universal para todos los que estén en alguna Afore. Solamente, tendrá como objetivo complementar las pensiones al universo de trabajadores que comenzaron a cotizar desde julio de 1997 y cuya pensión sea igual o menor al salario promedio registrado en el IMSS, que actualmente es de 17,893 pesos al mes. Recordemos que las Afores son las Administradoras de Fondos para el Retiro.

La necesidad de crear el nuevo Fondo fue para reivindicar el derecho de los trabajadores a contar con una pensión suficiente y digna para el último tramo de su vida, derecho que fue adelgazado dramáticamente por las reformas de los entonces presidentes Ernesto Zedillo, en 1997 y Felipe Calderón, en el 2007, que pensionaban al trabajador con solo el 25 % de su último sueldo.  El nuevo Fondo será constituido por la Secretaría de Hacienda como un fideicomiso público donde el Banco de México será el fiduciario; es decir, el encargado de resguardar los dineros para los complementos de las pensiones de un segmento de trabajadores. 

Así las cosas, la pregunta es: ¿De dónde saldrán esos recursos adicionales para los pensionados? Una parte del “Fondo de Pensiones para el Bienestar” provendrá de las cuentas de Afores inactivas que tengan por lo menos diez años sin reclamar y cuyo titular ya tenga 70 años o más. Cuenta inactiva es aquella “que no hayan tenido depósitos de cuotas y aportaciones durante 10 años”.

Aunque es muy importante subrayar que estas cuentas sin reclamar, estarán protegidas por ley para garantizar su imprescriptibilidad; por lo tanto, de aparecer los trabajadores o sus beneficiarios, podrán reclamarlas en cualquier momento. Es importante precisar que del monto de 6 billones de pesos que tienen los trabajadores en  Afores, solo se transferirán al nuevo Fondo 40 mil millones de pesos; es decir, solo seis cuentas de cada mil.

La reacción de la oposición no se hizo esperar y acusaron al Gobierno de que “le estaba robando y expropiando los ahorros a los trabajadores”. Por su parte, el Presidente calificó a sus detractores como “mentirosos”. Además, enfatizó que esta reforma tiene como objetivo principal beneficiar a los trabajadores y no perjudicarlos, desafiando así cualquier intento de distorsionar su verdadera intención. En síntesis, lo que el Gobierno hará será cambiar ciertas cuentas no reclamadas de un banco, a otro, que será Banco de México, como administrador fiduciario y usarlas mientras no las reclamen.  “Habrá una campaña para que todos aquellos que pudieran desconocer de sus fondos, los puedan reclamar”.

La verdad monda y lironda de estas acaloradas acusaciones y campañas negras, detrás de esta nueva ley para pensionados, es que México vive tiempos electorales y todo se politiza: El Presidente trata de sacar el mejor provecho electoral de su iniciativa y la oposición intenta asustar al mayor número de personas posibles para contrarrestar los beneficios electorales que le pueda significar a Morena la buena noticia para los trabajadores.

Habría que preguntarle a la oposición: ¿Por qué cuando el expresidente Fox tomó  dinero de las Afores, 20 mil millones de pesos, para financiar la capitalización de la Financiera Rural, que luego la pusieron en quiebra porque se robaron su capital, ningún partido objetó la maniobra y ahora que es para complementar un justo retiro a los trabajadores, los partidos de oposición y empresarios se rasgan las vestiduras?

En la historia de la humanidad, la utilización política y religiosa del miedo está bien documentada, se implementó para insertar hasta la médula del ciudadano el temor mezquino para controlarlo. Recuerde las historias apocalípticas  de diablos  e infiernos que le contaba el cura; pero, ahora que el infierno ya no existe, lo quieren asustar con el comunismo, que tampoco existe… Este mismo miedo que se está utilizando en esta campaña para manipular conciencias, fue la misma estrategia utilizada en la campaña por Felipe Calderón. Dele una buena cribada a las mentiras que los interesados en asustarlo, le envían por las redes: Es basura. 

¿Será que el empeño de AMLO de transformar México, desde otras prioridades, con otra visión del mundo diferente al neoliberalismo, es lo que le ha generado el odio de algunos, pero el apoyo incondicional de muchos? 

El empresario Roberto Plasencia Torres llamó a los obreros y a sus homólogos a “no dejarse manipular y a razonar su voto para evitar una dictadura. Pero ¿quién le deslizará al empresario esas ideas distorsionadas de dictadura comunista, sobre la doctora Claudia Sheinbaum? Difícil saberlo, pero hay una pista: El empresario quiso acompañar su escatológico mensaje con una ilustrativa foto, flanqueado por el gobernador, que habla por sí sola. Ergo, es fácil imaginar el origen del mensaje de miedo…

P.D. El obispo Salvador Rangel, no estaba muerto, andaba de parranda… Dijo el Comisionado Estatal de Seguridad.

 

RAA

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