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La política va siendo

El perfil de la alianza opositora dependerá del Estado de México. Quieren que creamos que la elección está decidida, no lo está.

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La política va siendo

A un año de las elecciones, están por definirse candidaturas y alianzas. Mucho dependerá del resultado en el Edomex, pero no sólo de eso.


 

Estamos a 374 días de la elección de 2024. Viene el año más espinoso para todo Presidente; cuando se quedan solos porque quienes le rodean se acomodan para lo que sigue. Es un año para concluir proyectos, buscando entregarle la estafeta al sucesor consentido. Presidentes previos no lograron ungirlo. A veces ocurrió lo inesperado, como el asesinato de Colosio, que se lo impidió a Salinas. Fox no pudo con Santiago Creel, cuando Felipe Calderón aprovechó su influencia en el PAN para hacerse de la candidatura, y Meade, candidato de Peña Nieto, sólo alcanzó un tercer lugar en los comicios.

Todo apunta a que AMLO logrará darle la candidatura a Claudia Sheinbaum. Diferentes fuerzas en su partido -gobernadores de Morena, Ejército- intentan que Adán Augusto López lo evite. Como dice Dante Delgado, quien de política sabe, "la política no es, va siendo". En las condiciones de hoy, Sheinbaum parece inevitable, veremos mañana. Para la oposición, esa frase es aún más relevante.

El perfil de la alianza opositora dependerá del Estado de México. Quieren que creamos que la elección está decidida, no lo está. Si los mexiquenses salen a votar, Alejandra del Moral gana. ¿Lo hará con el margen para que AMLO acepte el resultado? Veremos. Si los convencen de quedarse en casa porque el resultado "ya está definido", se reduce el valor del PRI dentro de la alianza; si la diferencia es grande, podría darse una nueva salida de militantes, abriéndole la puerta a Movimiento Ciudadano que ofrecerá su influencia -importante, más no determinante- en Jalisco y Nuevo León en vísperas de 2024. La absurda, desafortunada e inoportuna campaña de "con el PRI ni a la esquina" en vísperas de elecciones parecería confirmar su interés por desplazarlos.

Se acelera la negociación entre partidos y ciudadanía para definir las candidaturas de la alianza. Los presidentes de partido quieren ejercer el acto clímax de sus mandatos, eligiendo al candidato presidencial, mientras la ciudadanía les recuerda que la enorme marcha de noviembre y la masiva concentración de febrero hubieran sido magras si los partidos las hubieran convocado. La Marea Rosa es cierta y le quita el sueño al habitante de Palacio. De los partidos dependerá catalizar esa energía hacia 2024 o echarle un balde de agua fría con procesos más interesados en preservar cotos de poder y proteger militancias, que en encontrar candidatos ganadores.

Por eso, hay un esfuerzo sobrehumano desde Bucareli para dividir a la alianza opositora. Intentarán empoderar candidaturas independientes con el apoyo de cómplices disfrazados de feroces adversarios, intentarán convencernos de que Ebrard debe encabezar a la oposición, a pesar de su enorme vulnerabilidad y sospechosa lealtad a su jefe, y se les ofrecerán tratos a partidos en caída libre para que encabecen otras candidaturas. ¿Quizá Velasco como candidato de PRI y Verde si el primero es vapuleado en Edomex?

Se están definiendo elementos cruciales que determinarán las candidaturas de 2024 y definirán alianzas. El entorno en lo económico y en lo internacional será todo menos estable. Viene una inoportuna recesión -leve pero real- en Estados Unidos. Ésta complicará comicios aquí y allá. El súper peso se irá debilitando conforme la demanda por nuestras exportaciones se debilite, las remesas resientan marginalmente menores niveles de empleo en sectores como el de la construcción y se reduzca la demanda por bonos mexicanos cuando baje la rentabilidad de endeudarse en dólares para invertir en pesos.

Todo está por definirse. Morena no ha ganado ni la Presidencia ni el Estado de México. Esa decisión sigue en nuestras manos. De que nos demos cuenta dependerá el resultado. Viene la parte más volátil e impredecible del sexenio. AMLO se desesperará por no terminar sus obras emblemáticas y cuando constate que la brutal ineptitud de su equipo dejará un tiradero. Buscará, como siempre, a quién culpar de su desastre. Tendrá menos margen en lo fiscal conforme la recaudación se caiga y el gasto clientelar preelectoral se haga inevitable. La política va siendo.

 

@jorgesuarezv


 

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