Tiene 23 años de edad, es peleador de artes marciales mixtas y está por cumplir un sueño que se forjó desde los cuatro, aún y cuando la idea de llegar al profesionalismo era, hasta cierto punto, imposible de alcanzar.

Su carrera, que comenzó a los cuatro y evolucionó hace tres, a los 20, está por dar un paso más hacia el objetivo con el que siempre ha soñado: ser el primer peleador de la ciudad en llegar a la Ultimate Fighting Championship (UFC). 

“Comenzó como un juego, pero poco a poco, con la mentoría de mi tío, el Sensei Torres, se me fue convirtiendo en un estilo de vida. Tanto fue mi compromiso que ya no lo dejé de lado y puedo decir, orgullosamente, que soy campeón regional, estatal y nacional”. 

Nacido a las afueras de León, rumbo a la salida hacia San Pancho, Christian Torres es ejemplo de resiliencia, agradecimiento, compromiso y trabajo duro. No escatima en esfuerzos y está consciente de que, para alcanzar un sueño, se necesita absoluta disciplina. 

Con una rigurosa dieta que se compone de tres entrenamientos al día, está a una semana de viajar hasta la Ciudad de México para tratar de ser parte de la primera generación del UFC Performance Institute. 

“Serán siete días de pruebas de reflejos, fuerza y resistencia. Tendremos un excelso plan de alimentación y descanso que nos permitirá poder sobresalir en las pruebas físicas y psicológicas porque solo quedaremos 20 de los 40 peleadores latinoamericanos que estaremos allí”. 

Con un programa especial de nutrición al implementarse con una alta tecnología, el inmueble cuenta con salas de recuperación y reunión para determinar la estrategia de pelea de cada uno de los alumnos, además de vestidores y un apartado de sauna más grande que el ubicado en Las Vegas. 

El domingo 31 de marzo, Christian emprenderá este viaje para consolidar un proceso que comenzó en 2021, cuando debutó profesionalmente y comenzó un récord invicto que se resume en siete victorias y ninguna derrota. Sin embargo, antes de ello, pudo gozar de una experiencia sin precedentes que, al día de hoy, agradece con creces por forjar su madurez dentro del cuadrilátero. 

“Después de comenzar amateur, me fui metiendo más al deporte y me propuse llegar a un Mundial; y así fue. En 2019, en Bahréin, durante el Campeonato Mundial de Marciales Mixtas (MMA, por sus siglas en inglés), logré una medalla de bronce y aporté al tercer lugar general de México”. 

Superando a rivales de República Checa, Rusia y Bahréin, México terminó con una cosecha de cuatro bronces y una de plata, para un total de cinco que les otorgó la tercera posición de los 17 países que conformaron el medallero. 

Parte de esa histórica camada, el leonés, que entrena en su Academia Fight México ubicada en Santa Rita, llamó la atención de Jason House, quien es mánager del tijuanense, dos veces Campeón Mundial de Peso Mosca de UFC, Brandon Moreno.

Un campamento en Puebla, donde compartió cuadrilátero con Diego Lopes da Silva y Alex Acosta, fue decisivo para demostrar su potencial y firmar, de manera definitiva, con el manejador estadounidense. 

“Todo fue fluyendo y se fueron dando las cosas, pero obviamente, el trabajo duro ha ido en aumento. Estoy enfocado al cien por ciento y me siento muy feliz, sin embargo, controlo mucho mis emociones porque se necesitan agallas para mantenerse dentro de este deporte”. 

Agradecido con el eterno apoyo de sus padres, Christian le dedica este gran paso en su carrera a todos aquellos que han sido artífices de ella, tal como lo fue su tío de Estados Unidos, quien, a través de una añeja pelea que se llevó a cabo cuando él tenía 11 años, adoptó el apodo que ahora lo acompaña en su proceso profesional. 

“Por una llave donde usé mis piernas, mi tío comenzó a decirme el alacrán y, desde ese momento, me lo quedé, pero le agregué nuestro toque personal, pues, como bien saben, existe un histórico boxeador mexicano, Efrén Torres, a quien también le dicen Alacrán y, por eso, decidimos escribirlo con ‘K’: Alakrán”. 

Amante de la lectura y los tacos y chilaquiles, melómano y creyente de que todo pasa por alguna razón imponente del universo, Christian Torres no se olvida de su amada tierra de origen y la llevará consigo, aún más que nunca, a esta desafiante prueba.

“Quiero que en el futuro, cuando esté arriba de un cuadrilátero profesional, todos me investiguen y se den cuenta de que vengo de León, Guanajuato, porque mi meta es esa: quiero ser el primer peleador leonés en llegar a la UFC”. 

Con felicidad pero también mesura, se despide en la última entrevista que da antes de viajar a la capital del país y dejarlo todo para ser parte de una exigente academia.

“Los sueños si el soñador deja de soñar así que no dejen de creer, luchen siempre muy duro y no desistan en su lucha. Déjenlo todo y siempre mantengan la fe intacta”.