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Manuel J. Jáuregui

Déficit

Si el compadre Chon gana mil pesos diarios y se gasta mil 200 en parrandas, ¿qué pueden deducir de esto, estimados lectores? Que Chon anda todo el día "hasta atrás", pero además está QUEBRADO y no podrá sostener las parrandas.

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Déficit

Si el compadre Chon gana mil pesos diarios y se gasta mil 200 en parrandas, ¿qué pueden deducir de esto, estimados lectores? Que Chon anda todo el día "hasta atrás", pero además está QUEBRADO y no podrá sostener las parrandas.

A esto equivale el hecho de que el Gobierno federal morenista GASTE MÁS de lo que INGRESA. Esto según consta en el presupuesto federal 2024: tal déficit (la diferencia entre los ingresos y los egresos) equivale casi al 5 % del PIB de México y es el MÁS ALTO desde 1989, cuando, si les alcanza la memoria se acordarán, amigos, estábamos -económicamente hablando- del "cocol".

Veníamos apenas saliendo del sexenio perdido de Miguel de la Madrid y a punto de iniciar el de Carlos Salinas de Gortari, el Presidente favorito de Lord Lopezuma.

El gasto para el 2024 del Gobierno está impulsado principalmente por el incremento en las DÁDIVAS, el costo excesivo de las obras -Dos Bocas bien puede acabar costando tres veces más de lo que presupuestaron originalmente-, una partida enorme para la Sedena y transferencias constantes a PEMEX, a la nueva aerolínea militar, al AIFA, y así.

El incremento en el GASTO anual equivaldrá al 26.2 % del PIB, mientras que el aumento en los ingresos del Gobierno será de 21.3%.

Les apostamos doble contra sencillo, amigos lectores, que esta discrepancia será subsanada por el Gobierno federal mediante la contratación de nuevos empréstitos. Esto es, nos vamos a endrogar más como país, lo cual implica que una vez pasada la elección -la cual por lo visto quieren comprar a base de usar el dinero público para ganarle simpatías a Morena- le caerán como becerro en brazos el peso de la deuda y el déficit a quien gane. Y entonces sí, ¡el que venga atrás que arree!

Iniciará el próximo sexenio con las crinolinas de la dama, a quien le toque, bien encrispadas y no tendrá más que DOS REMEDIOS (ninguno de ellos les cuadra a los cuatroteístas):

1. REDUCIR EL GASTO de una manera brutal, lo cual ayudará, pero no solucionará el problema, o.

2. INCREMENTAR los impuestos.

Claro está, podrían emplear una combinación de AMBAS medidas para ver si pueden llegar a un equilibrio. Pero hagan lo que hagan -y dependiendo del entorno externo- la economía mexicana sufrirá un montón y no se diga la cifra récord de mexicanos en pobreza extrema.

Proponer e implementar un presupuesto como el que acaban de presentar los de Morena luce irresponsable, pues anteponen los intereses políticos del partido en el poder al bienestar nacional. O lo que es lo mismo, prefieren ganar las elecciones a como dé lugar que seguir el camino que conduce a la buena marcha de nuestro México.

Cuyos ciudadanos, hoy mismo, laboran arduamente no sólo para pagar los impuestos que su Gobierno dilapida con tanta soltura, sino en elaborar una petición masiva, con millones de firmas, solicitando muy atentamente que Lord Lopezuma PROLONGUE varios meses más su gira por Sudamérica, pues enterados estamos todos los mexicanos que allá en la Patagonia existe un interés desmedido por escuchar las quejas, los lamentos y sufrimientos del macuspeño, pero sobre todo, sus teorías sobre la democracia, especialmente esa vena que practicaron con estrepitoso fracaso los marxistas comunistas que, llegados al poder, acabaron con las economías de varios países que visita el cacique de Macuspana en su gira por avión militar.

Volviendo al tema: incrementar el DÉFICIT fiscal, endeudarnos más, transferir la deuda chatarra de PEMEX al núcleo de la deuda soberana nacional, crear partidas presupuestales desorbitantes para la Sedena o la Secretaría del Bienestar, equivale a colocarle una CAMISA DE FUERZA al sucesor del macuspeño, sea quien sea.

Apenas entrando va a tomar las riendas de un país embrocado en casi todos los frentes: sin paz social, con una Hacienda pública en precarias condiciones, con alto desempleo, con empresas gubernamentales quebradas, y con dos o tres asuntos -o más bien pleitos- dentro del T-MEC por temas de energía o temas laborales o por disputas de discriminación industrial.

Pero lo peor: con el que hoy anda en gira jorobando y tratando de controlar la "transformación" desde su "rancho", o más allá, desde donde esté.

Gsz

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