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Los nuevos medicamentos capaces de tratar la obesidad, pero con temor a efectos secundarios

Los pediatras temen recetar algunos medicamentos relativamente nuevos como Wegovy debido a que no saben los efectos secundarios que pueden ocasionar con el paso del tiempo.

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Los nuevos medicamentos capaces de tratar la obesidad, pero con temor a efectos secundarios
Lo mejor del The New York Times. El médico pediatra Edward Lewis en su consultorio de Rochester, Nueva York, el 1 de diciembre de 2023. The New York Times

Por Gina Kolata para The New York Times en exclusiva para AM 

Durante sus años de consulta médica, Edward Lewis, un pediatra de Rochester, Nueva York, ha visto cientos de niños con obesidad. Quizás finalmente cuente con un tratamiento para ese trastorno: el Wegovy, un eficaz medicamento para bajar de peso.

Pero eso no significa que ni Lewis ni la mayoría de los demás pediatras lo prescriban.

“Me rehúso a prescribir medicamentos que no usamos en el día a día”, señaló Lewis, y agregó que está renuente a usar “un fármaco que es relativamente nuevo en el área de la pediatría”.

Reguladores y grupos de médicos han afirmado que estos medicamentos son adecuados para niños incluso de 12 años. Pero al igual que Lewis, muchos pediatras dudan en recetar el Wegovy a los jóvenes porque temen que no se sepa lo suficiente sobre sus efectos secundarios a largo plazo y conocen algunos casos anteriores en los que han surgido problemas años después de que se aprobara cierto fármaco .

El 22 por ciento de los adolescentes entre 12 y 19 años tienen obesidad. Las investigaciones demuestran que es poco probable que la mayoría de ellos puedan llegar a superar este trastorno debido a que las recomendaciones de seguir una dieta y hacer ejercicio pocas veces han ayudado. Los investigadores en el campo de la obesidad han señalado que la razón es que la obesidad no es producto de falta de fuerza de voluntad, sino que es una enfermedad crónica que se caracteriza por un enorme deseo de comer.

A los médicos les preocupa todo el seis por ciento de los niños y adolescentes con obesidad grave, la cual se define como tener un índice de masa corporal del 120 por ciento o más del percentil 95 para peso y altura.

“No estamos hablando de los niños con un sobrepeso leve”, comentó Susan Yanovski, codirectora de la oficina de investigación sobre la obesidad en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Renales y Digestivas, quien agregó que la obesidad extrema en adolescentes a menudo tiene “ una evolución muy seria”. Estos adolescentes desarrollan diabetes, padecimientos cardíacos, hipertensión, insuficiencia renal y daño ocular mucho antes que los adultos con obesidad.

“Es aterrador”, añadió Yanovski.

La importancia de los resultados en materia de salud para los adolescentes obesos motivó a la Academia Estadounidense de Pediatría a recomendarles en enero algunos medicamentos para bajar de peso, como el Wegovy, después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos lo aprobó para pacientes de 12 años y más.

Cuando esto sucedió, los especialistas en medicina de la obesidad estaban muy contentos porque conocían muy bien el alcance del problema.

“Nosotros dijimos: 'Vaya, finalmente tenemos algo que ofrecer'”, comentó Yanovski.

No obstante, los fármacos como el Wegovy son nuevos y los obstáculos para usarlos aumentan de manera progresiva. A los médicos también les preocupa la falta de datos sobre su seguridad a largo plazo, y quienes quieren prescribirlo afirman que se ven afectados por las trabas que ponen las aseguradoras, así como por la importante y continua escasez de medicamentos.

Es posible que el desabasto sea mitigado parcialmente si la tirzepatida, un fármaco parecido a Eli Lilly que se vende con el nombre de Zepbound, se aprueba para su uso en personas más jóvenes. Se está probando en adolescentes con obesidad, pero el ensayo clínico grande necesario no se terminará sino hasta 2026. Eli Lilly también está probando este fármaco en niños de 6 a 11 años; dicho estudio se encuentra en su fase inicial.

Por el momento, los pediatras de consultorios privados y de centros médicos académicos no dicen gran cosa sobre los pacientes que están tomando Wegovy. Dependiendo de qué tan seguro resulte ser el fármaco, esa vacilación para prescribirlo podría ser buena o, bien, una oportunidad perdida.

Los médicos son muy conscientes de que la historia de la medicina está llena de tratamientos, como los destinados a la pérdida de peso, que parecieron maravillosos hasta que, con la experiencia, resultaron que no lo eran.

Para contrarrestar esa inquietud están los riesgos conocidos a largo plazo que plantean la obesidad.

“Esta es la disyuntiva con los adolescentes”, señaló Jeffrey Flier, un endocrinólogo e investigador en el campo de la diabetes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. “La obesidad infantil es un problema grave que va en aumento. ¿Qué hacer al respecto?”.

Los médicos especialistas afirman que los pediatras tienden a ser más precavidos que otros médicos cuando se trata de recetar fármacos nuevos y es menos probable que prescriban medicamentos que no están dentro de su arsenal habitual, todo lo cual es una limitación para que les recomienden a los Adolescentes medicamentos contra la obesidad.

Los adolescentes informan que sus intentos de controlar la obesidad pueden parecer una batalla perdida que se vuelve peor por el fracaso de las fáciles recomendaciones de llevar una dieta y hacer ejercicio y las promesas de que superarán la enfermedad.

Esa fue la experiencia de Ann A., una estudiante de bachillerato de 18 años de la ciudad de Nueva York, quien nos pidió que solo usáramos su nombre de pila debido al estigma que se cierne sobre las personas obesas. Durante años, estuvo desanimada por su aumento de peso, su incremento de azúcar en sangre a niveles de prediabetes y los lípidos que subían a niveles anormales. Sus agotadores intentos de hacer dietas y ejercicio e incluso el verano que pasó en un campamento destinado a perder peso fueron en vano. En cada ocasión, volvía a subir todo lo que había bajado y hasta más.

Su madre la llevó a uno y otro médico, pero, según Ann, la recomendación era la misma: “Siempre era que yo no comía como debía”.

El Wegovy, fabricado por Novo Nordisk, disminuye el apetito y el apetito por comer. En un ensayo clínico, a 132 adolescentes que tomaron el medicamento les fue mucho mejor que a sus homólogos adultos. La incidencia de efectos secundarios —principalmente náuseas y vómitos— fue similar a la incidencia en los adultos que tomaron el fármaco.

Pero, como observó Yanovski, se sabe muy poco acerca de cómo funcionan los medicamentos y es posible que los efectos a largo plazo sean diferentes cuando el tratamiento comienza en la adolescencia.

Para Ilene Fennoy, una profesora de Pediatría del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, un gran obstáculo es el seguro médico.

Casi siempre se les pide a los médicos que presenten formularios de aprobación previa para quienes cuentan con un seguro privado, una dificultad que también obstaculiza a los médicos que atienden a pacientes adultos.

“Alguien tiene que ponerse a recabar todos los datos”, señaló Fennoy, y agregó que “eso no es ni ni rápido”. Esas trabas, así como la incertidumbre acerca de la seguridad del medicamento, han hecho que algunos médicos se alejan.

Pero para la mayoría de los pacientes de Fennoy, el Wegovy está descartado porque utilizan Medicaid. En Nueva York, como en la mayoría de los estados, Medicaid no cubre el Wegovy, independientemente de cuán grave sea la obesidad. La única excepción es para los adolescentes que tienen diabetes, en cuyo caso pueden recurrir al Ozempic, otro fármaco de Novo Nordisk.

“Si no tienes diabetes, pero sí hipertensión grave, no tendrás el beneficio en Nueva York”, comentó Fennoy.

Ese es un obstáculo al que no se enfrenta la mayoría de los adultos que padecen obesidad debido a que hay muchos menos adultos que niños asegurados en Medicaid.

Pero también hay un desabasto constante de medicamentos. Los padres aseguran que llaman a decenas de farmacias y solo les dicen que el Wegovy está agotado.

Algunos médicos que han tratado con Wegovy a adolescentes afirman que no es fácil abordar la idea de que tomen ese fármaco.

Ihuoma Eneli, directora de la sección de nutrición del Hospital Infantil de Colorado y profesora de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, explicó el problema con el que se enfrentaban ella y otros pediatras: “¿Cómo conciliamos el mensaje cuando le decimos a un niño que el peso no es lo que lo define, que solo es un número” ya continuación recomendamos un medicamento para que el niño baje de peso?

Eneli, autora de los lineamientos de la Academia Estadounidense de Pediatría, señala que ella está tratando de reorientar la conversación para que se concentre en la salud de los adolescentes, “no solo la salud física, sino la psicológica como un motivo para tener en cuenta”. el medicamento”.

Ann, la adolescente de Nueva York, tiene un desenlace feliz. Ahora, la está atendiendo Dina Peralta-Reich, una especialista en medicina de la obesidad de Nueva York quien le dijo que ella no tenía la culpa de su obesidad y le recomendó tomar el Wegovy.

Ann resaltó que ahora su vida ha cambiado. Ha bajado 22 kilogramos, ya no se siente avergonzada por su peso y sus problemas médicos han desaparecido.

“Me siento mejor, no solo física, sino mentalmente”, aseveró.

c.2023 The New York Times Company

JFF 

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