Vivir entre techos y paredes que crujen, la realidad de miles en 18 colonias de León
Residentes de León enfrentan un serio peligro debido a las grietas y hundimientos en sus viviendas y edificios, posiblemente causados por la sobreexplotación de los mantos acuíferos
León.- Esperanza Eugenia vive entre paredes y techos que crujen. Su casa es una de cientos de viviendas que se construyeron sobre o a un lado de una falla que parece geológica y que atraviesa al menos 18 colonias de León.
Los hundimientos o grietas pueden estar relacionados con la sobreexplotación de los mantos acuíferos y entonces se llamaría “subsidencia”.
“Esto es una bomba de tiempo”, dijo Esperanza Eugenia Dominguez Ortega al señalar las enormes cuarteaduras de su casa.
En cualquier momento se viene abajo todo esto, pero ¿qué hacemos?”, agregó Esperanza, quien vive en la calle Horóscopos de la colonia La Piscina CTM.
La Presidencia Municipal a través de la Secretaría de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana, ha advertido el riesgo de muchas familias que habitan sobre la falla.
El titular de la Secretaría de Seguridad, Jorge Guillén Rico, precisó que algunas de las colonias construidas sobre la grieta, a un costado del bulevar Juan José Torres Landa, se encuentran: Los Limones, Las Amalias, Lomas de la Piscina, Monte de Cristo, Campo Verde, Las Huertas, por mencionar algunas; así como varias comunidades La Reserva, Puerta del Cerro y La Mora, entre otras.
La ruta exacta de la grieta no fue proporcionada. La Secretaría tampoco precisó si hay un acercamiento con cada uno de los habitantes de estas zonas, se pidió específicamente a Protección Civil del Gobierno Municipal una postura sobre las acciones que se están haciendo para atender este problema, sin embargo tampoco hubo respuesta.
La casa de Esperanza tiene cuarteaduras en toda su casa, desde el patio de atrás hasta su cochera.
Fui a la Presidencia y vino Protección Civil pero no me dieron solución, se quedó en nada. Duermo con miedo, ¿a dónde más nos vamos?, no hay lugar a dónde ir”.
Esperanza asegura que a diferentes horas escucha como “truena la tierra” y aparecen las cuarteaduras, se van cayendo pedazos de su casa e incluso se han botado puertas.
La calle se hunde frente a sus ojos
Jorge Vázquez también vive sobre la falla geológica y hace notar que el pavimento de la calle también se ha hundido y las banquetas están fracturadas.
Estaba un hoyo muy profundo y se sigue abriendo, hace quince días que lo repararon y ya se nota el hundimiento otra vez, y es parte de la falla, no sé qué profundidad tenga pero se abre muy seguido”, precisó.
Recordó que hace tiempo introdujeron ductos de gas natural en la zona y algunos atribuyeron los daños a los trabajos que se hicieron, pero descubrieron que no.
No le podemos echar la culpa a nadie, pero yo creo que sí hay que estudiar muy a fondo esa falla porque afecta a muchísima gente y en tiempo de lluvias es más grave porque se puede abrir más”, añadió Jorge.
Gastan entre 10 y 15 mil pesos al año para reparar
Otras afectadas quienes además de vivir en la zona tienen una estética, Brenda Guardado y Marisela Loza, lamentaron que constantemente reparan las cuarteaduras de su negocio.
“Aquí cada tres o seis meses estamos remodelando, poniendo estuco y hacemos de todo también por las goteras, incluso entra mucha humedad por las paredes, hace poco hasta se rompió la tubería y tuvimos que abrir todo el piso para reparar.
Desde hace cinco años es cuando hemos visto más daños, también vivimos aquí y tratamos de estar arreglando”, dijo Brenda.
De las autoridades no reciben información sobre la falla, “ojalá apoyen a esta zona porque los afectados somos muchos vecinos y ahora que las casas tienen más de cuarenta años pues deberían hacer algo, pedimos apoyo”, pidió Brenda.
Marisela agregó que en una ocasión acudió personal de Protección Civil del Municipio pero lo único que les dijeron fue que ya era una zona inhabitable y que no había otra solución más que se fueran.
“Tenemos que arreglar dos o tres veces al año y nos preocupa más porque es nuestro patrimonio y nuestra integridad, donde se caiga un muro o la calle se abra va a pasar una desgracia, pero nunca nos han solucionado nada. Algunos vecinos fueron a Presidencia, recolectaron firmas pero solo vino Protección Civil y dijo que ya era un tema de nosotros si veíamos que podíamos vivir aquí o cambiarnos”.
Le dicen a Ana María que mejor vuelva a construir
La casa de Ana María Galván Arenas también está en la falla geológica y con frecuencia debe ser reparada. Los albañiles le dicen que es mejor tirar la construcción y volver a levantarla.
“Imagínese, nos dicen que en promedio es un millón, dicen que hay que poner buenas zapatas abajo para hacer más maciza la casa pero está muy difícil y estamos con el Jesús en la boca, nada más esperando a ver qué pasa”.
Hace seis años empezó a crujir
En la colonia Las Mandarinas, en la calle Nectarino, hace seis años Agustina García y Primo Santoyo, empezaron a notar las cuarteaduras en las paredes de su casa.
“Sí afecta, mi esposo le compone pero le digo que ya deje así porque de todos modos se parte la pared y el piso, pero él le sigue dando mantenimiento”, dijo Agustina.
Tienen más de 30 años habitando esta casa, pero que por muchos años se mantuvo bien.
Primo compartió que hace aproximadamente un año también se tronaron los tubos del drenaje en la zona de afuera de los baños y le costó repararlos poco más de diez mil pesos.
Derrumbarán Parroquia por graves daños
En la colonia Las Huertas, entre el bulevar de los Eucaliptos y la calle de la Cereza se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora del Camino que pronto será derrumbada por los graves daños que ha provocado también la falla geológica.
Este templo se encuentra frente a la escuela primaria pública Juan Álvarez, que también podría derrumbarse por los daños estructurales que ya presenta.
Padres de familia exigieron la semana pasada que se atienda la seguridad de los niños.
El párroco de Nuestra Señora del Camino, Luis Miguel Campos Moreno, nombrado desde 2014, recordó que desde entonces se cambió parte del piso porque tenía fisuras.
“Después se fue hundiendo otra parte, se notó un desnivel y entonces cuando llegaba la fiesta de nuestra Señora del Camino cada año, miraba a veces algunas ranuras y le decía a los albañiles y nada más resanaban, eso fue un año y otro año, y otro año”.
Al paso de los años, unos arquitectos le dijeron al sacerdote que dejara de parchar porque las fallas cada vez eran más notorias.
El hundimiento y las afectaciones en la parroquia comenzaron a agravarse del lado izquierdo, lo cual incluso provocó que se cerrara esa parte.
El padre Luis Miguel ya tiene el permiso del arzobispo Alfonso Cortés Contreras para derrumbar la parroquia y edificar una nueva ocupando otra parte del terreno.
“Yo he hablado con arquitectos, con ingenieros y sí me han dicho que lo más recomendable es que se derrumbe”, dijo el párroco.
En ningún momento el padre Campos Moreno pone en duda que la parroquia vuelva a construirse.
“Tenemos una fe muy arraigada en Dios y una devoción a nuestra Madre Santísima y nuestra gente es muy participativa. Nuestra comunidad está muy motivada”.
La nueva construcción contaría además del templo con casa parroquial, oficinas y salones para la catequesis.
Para costear la obra se están realizando rifas, kermesses y reciben donativos. También pretenden buscar a asociaciones nacionales e internacionales que puedan apoyar el proyecto.
Especialista atribuye grietas y hundimeintos a acuíferos sobreexplotados
El profesor e investigador de la Facultad de Minas, Metalurgia y Geología de la Universidad de Guanajuato, Juan José Reyes Martínez, explicó que esta falla en León puede no ser geológica sino de subsidencia, que se da por la extracción de agua y que es un fenómeno que ya se presenta en nuestro estado.
La sobreexplotación de los mantos acuíferos originan un vacío y provoca que se tengan hundimientos o fallas, movimientos como si fueran tectónicas. Entonces lo primero que hay que analizar en la zona de León es si se trata de una falla geológica o una falla de subsidencia”.
La Facultad a la que pertenece ha detectado casos similares en otras partes del estado como en la zona norte de San Miguel de Allende, donde se formó una fosa como de 20 metros de ancho y 15 de fondo.
En Irapuato también hay asentamientos que se están hundiendo, así como en Huanímaro en la comunidad de Copales. En este último, los habitantes sintieron la vibración y sus casas se cuartearon.
Para determinar los hundimientos en León es importante que se hagan estudios especializados de geología, estructurales, de mecánica de suelos. Estos permitirán ver al interior de la tierra”, precisó el investigador.
HEP
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