León, Guanajuato.- Alan Josué Bocanegra López aún no llega a casa, está desaparecido.

Hace 12 años salió con un grupo de 10 leoneses a la sierra de Morones en Zacatecas, para practicar la cacería deportiva.

La versión oficial es que un grupo de siete presuntos policías los capturaron y asesinaron; dos de los cazadores lograron escapar, señalaron que fueron quemados, pero Pablo Bocanegra, papá de Josué señala que “son puras suposiciones”.  

Son 12 años de estar en la lucha, tratando de saber la verdad en todo esto”, explicó en entrevista con AM.

A la fecha los restos de su hijo y de los otros integrantes del club de caza deportivo Aldama, no aparecen. 

El 4 de diciembre de 2010 llegaron a la sierra, el 10 se denunció la privación de la libertad y el 15, con el testimonio de los dos jóvenes que escaparon, se localizó en el municipio de Jalpa, la camioneta Suburban roja modelo 94 en la que viajaban los cazadores. 

El 16 de diciembre de 2010, los 12 policías del municipio El Plateado de Joaquín Amaro fueron arraigados por su probable participación en la desaparición de los cazadores.

Cuatro de ellos confesaron su participación en la desaparición de los cazadores.

Desde entonces todo lo que nosotros aportamos de información, todos los testimonios que llevamos se quedó plasmado y a la fecha no se investiga, hubo obstaculización del estado de Zacatecas y a la fecha no tenemos avance ni conocimiento de lo que pudo haber pasado con nuestros familiares”, explicó Pablo Bocanegra. 

Las personas que fueron reportadas como desaparecidas son siete: 

• Diego Cordero Anguiano, de 47 años

• Alan Josué Bocanegra López de 19
• Juan Diego Cordero Valdivia, de 22
• Sergio Sánchez Pérez, de 32
• Mario Alberto Reyes, de 26
• José Javier Martínez, de 46
• Héctor González Cervantes, de 37

El proceso sigue abierto, seguimos en las reuniones para que se esclarezca, hay actualmente tres sentenciados, el Director de Policía de ese momento, su hermano y un elemento con más de 20 años de condena, cada uno. La siguiente semana iremos a la Ciudad de México para tener información, avances de qué pasó con nuestros familiares; en realidad no nos dicen nada”.

Aunque tienen a los responsables, los familiares de los desaparecidos han exigido durante estos años que se obtenga la verdad con interrogatorios para saber el paradero de los cazadores. 

Ellos son los que realmente saben lo que sucedió y el paradero de nuestros familiares, a nosotros nos investigan más, es muy difícil y toda esta situación a uno lo va minando física y mentalmente”, dijo.

El desgaste físico, mental y económico ha mermado la salud de los familiares durante 12 años. Las familias se acompañan de las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México, en trámites con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y procesos ante la Fiscalía General de la República para encontrar el sitio donde pudiesen estar los cazadores.

Hemos pedido versiones a los policías, no se les puede sacar nada de información, simplemente en interrogatorios se quedan callados, en cierta forma pensamos que es su derecho, pero la realidad es que estamos igual que los de Ayotzinapa, simplemente dan largas con el asunto”, finalizó Pablo.

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RAA