El pasado 29 de julio un rayo destruyó la cúpula del Templo de Pardo, construido en el siglo XVIII, cuya fachada en el siglo XX fue modificada al colocarle la parte frontal del Templo de San Juan de Rayas construido en 1714 y que permanecía olvidado entre las incontables cantidades de ruinas que hay en las inmediaciones de la Mina de Rayas.

Y es que la Mina de Rayas es conocida como la más antigua de todo Guanajuato, fue descubierta en 1550 por el arriero Juan de Rayas, por quien recibe su nombre, misma que a la fecha sigue produciendo oro y plata.

Quienes conducen o caminan entre las minas de Rayas y San Vicente, a ambos lados de la Carretera Panorámica, pueden apreciar las ruinas del antigüo Templo de San Juan de Rayas, dedicado a San Juan Bautista.

El Templo de San Juan de Rayas se estima que fue construido en 1714, y estuvo en funciones a los fieles mientras la mina estaba en propiedad de la familia Sardaneta.

El principal personaje de esta familia fue Manuel Vicente Sardaneta-Legazpi, primer Marqués de San Juan de Rayas, quien apoyó a la construcción de la cortina de la Presa de la Olla, levantar el Templo de la Compañía, construir el Mesón de San Antonio y su casa era donde se ubica ahora el Museo del Pueblo, a un costado de lo que ahora es la Universidad de Guanajuato.

Historiadores de Guanajuato, refieren que con la Guerra de Independencia, se despobló la zona entre la Mina de Rayas y la Mina de la Garrapata, al final sólo quedaron ruinas, a excepción de el barrio de Mellado, porque la Mina de Rayas siguió produciendo mineral y ofreciendo empleo.

Con el paso del tiempo las ruinas fueron descubiertas con la construcción de la Carretera Panorámica, en la década de los cuarenta del siglo pasado, así se localizó el Templo de San Juan de Rayas y se decidió rescatar una parte.

Debido a que la carretera pasaría sobre el templo, la fachada fue desmantelada piedra por piedra y colocada en el Templo de Pardo, construido en 1757, con dinero de los integrantes del Club Rotario de Guanajuato.

Gracias a la visión de los integrantes de este club los capitalinos conservamos con orgullo dos iglesias en una: la fachada barroca del Templo de San Juan de Rayas y el Templo de Pardo, ambas majestuosas obras arquitectónicas del siglo XVIII, años de abundancia minera y cuando Guanajuato inundó de plata al mundo.

Por Jesús Romero

Escrito en Cultura el 22/9/2023 · 10:48