¿Has escuchado hablar de la distimia? También conocido como el trastorno depresivo persistente; es una forma de depresión continua y a largo plazo que puede ser difícil de identificar por parte de la persona que la padece, es por ello que te explicaremos de qué se trata este padecimiento y sus características. 

José Alfredo Contreras, especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM, informa que este rasgo característico no es una enfermedad difícil de diagnosticar, pero sí complicada para el paciente que logre identificarlo. 

¿Qué es el trastorno de la distimia? 

La distimia como ya se ha mencionado es un trastorno depresivo persistente, en el cual es posible que se llegue a perder interés en las actividades normales de la vida cotidiana que te sientas desesperanzado, que te vuelvas improductivo y que tengas baja autoestima y una sensación general de ineptitud.

Las personas que llegan a sufrir trastorno depresivo persistente, también conocido como distimia, es posible que les resulte difícil ser optimistas, incluso en ocasiones felices, y ese tipo de personas pueden llegar a describirla como pesimista o negativo. 

Los síntomas de trastorno depresivo persistente aparecen y desaparecen durante años, así como su intensidad puede cambiar con el tiempo; es por ello que los síntomas del trastorno pueden causar impedimentos considerables y que puede incluir.  

• Falta de interés en las actividades diarias 
• Tristeza, sensación de vacío, depresión 
• Desesperanza 
• Cansancio y falta de energía 
• Baja autoestima, autocrítica o sentirse incapaz o inútil 
• Dificultades para concentrarse y tomar decisiones Irritabilidad o enojo excesivo 
• Disminución de la actividad, eficacia y productividad 
• Evitar las actividades sociales, aislamiento 
• Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado 
• Falta de apetito o comer demasiado 
• Problemas para dormir

Cuando se lleguen a presentar algunos de los síntomas es recomendable acudir al médico para poder generar un tratamiento adecuado ante este padecimiento y poder llevar una vida estable aunque se presente el trastorno de la distimia.